PIEL CON ENROJECIMIENTO
Pensar en unas mejillas"Chapeteadas" o "Ruborizadas" en combinación con una piel fresca suena de maravilla. Pero las rojeces por vasitos y venas reventadas no son nada agradables. Las venas visibles provocan enrojecimiento en las mejillas y la nariz, de forma individual o trenzada. Van acompañadas de resequedad y sensación áspera. A veces van seguidas de ardor y picor, e incluso de nódulos y pústulas. La capa protectora de la piel está visiblemente dañada. La consecuencia más grave a donde esto puede conducir es la cuperosis o la rosácea.
Cómo reconocer una piel muy sensible
La piel sensible suele reconocerse por una desagradable sensación de deshidratación. Es decir, una superficie cutánea muy delgada, con grietas y zonas visiblemente secas y escamosas en la cara o el cuerpo.
Cómo ayudar a tu piel
La regla básica para este tipo de piel es ¡Menos es más! Sobre todo, es importante proteger la piel para que no se reseque y favorecer la regeneración natural de la barrera protectora de la ésta. Dicho en otras palabras, una barrera dañada significa que los alérgenos pueden penetrar en la piel y desencadenar reacciones; una piel puede estar desequilibrada debido a los productos convencionales de cosmética que utilizas y reacciona con especial intensidad a determinados emulsionantes, aceites perfumados, colorantes o sistemas conservantes convencionales. Por eso se debe evitar por completo las sustancias irritantes en su régimen de cuidado de la piel. Lo ideal es utilizar productos para el cuidado de la piel con pocos ingredientes y de origen natural. Eficaces que realmente den un buen resultado en el problema que se desea combatir y que refuerzan la barrera lipídica y la función protectora de la piel.
Para tratar tu piel sensible te recomendamos los siguientes productos de Amparo López: primero que nada lavar tu cara con nuestro gel limpiador facial especial para pieles como la tuya que está hecho con jalea real, avena y caléndula. Y enseguida usar nuestro tónico facial de vitamina E, aloe vera y agua de rosas. Después de ello debes aplicar nuestro suero facial y nuestra crema para pieles sensibles de día y de noche, de modo que los productos de cuidado facial puedan penetrar en la piel seca del rostro durante toda la noche. También puedes estimular la circulación sanguínea en el rostro con un suave masaje facial con una de nuestras gua shas o rodillos de jade o cuarzo rosa.
Cómo limpiar la piel muy seca y sensible del rostro
Si la barrera protectora de la piel está deteriorada o dañada, la piel no debe limpiarse con demasiada frecuencia ni con demasiada intensidad. La capa protectora que se ha formado en la piel durante la noche no debe eliminarse inmediatamente por la mañana. Por ello, le recomendamos que utilice productos de limpieza suaves principalmente por la noche. De este modo, podrá eliminar la suciedad diaria de su rostro y proteger su piel. El agua micelar o una emulsión limpiadora suave sin perfume son formas especialmente suaves de limpieza facial.
Después de la limpieza, sécate la cara suavemente con una toalla limpia. Evite frotar, presionar en exceso y tirar de la toalla al secarse la cara, ya que esto puede irritar aún más la piel y dañar su barrera protectora natural. Una vez seca la cara, puede aplicar una crema o fluido hidratante y masajear suavemente.
Masaje facial en 3 pasos
1.
Aplica primero nuestro suero para piel sensible en la frente, las mejillas y la barbilla y, a continuación, comienza a distribuirlo hacia el exterior. Masajea suavemente con movimientos desde el centro de la barbilla hasta las orejas, siguiendo la línea de la mandíbula. Una vez absorbido el suero aplica nuestra Luxury Crema Facial y repite los mismos movimientos.
2.
Ahora es el turno de las mejillas: acaricia suavemente desde la nariz hacia el pómulo, luego extiende un poco de crema o el suero en la nariz y repite el proceso desde la nariz hasta que los productos se hayan absorbido.
3.
La frente también quiere de un buen masaje. Aplica ambos productos en el orden recomendado en sentido ascendente desde el centro de la frente hasta el nacimiento del cabello y en sentido descendente por los laterales hasta el pómulo. Puedes ajustar el orden en función de tus zonas problemáticas.
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